sábado, 16 de febrero de 2008

El perro.


Al anochecer, tristes aullidos desgarran el silencio de Villa Grotesca, tristes aullidos de un perro olvidado, tristes aullidos de un alma abandonada, tristes aullidos de un guarda sin protegidos.
En la caseta de Hans, sólo queda soledad y hojas secas.